jueves, 30 de abril de 2009

Bosquejo de la Pastora Claudia De Lira

Los beneficios de la humillación
2 Crónicas 7:14
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

Introducción:
La soberbia significa orgullo, presunción y amor propio desmedidos, desmesurados.
La humillación es para nosotros una actividad continua que ejercemos a fin de mantener en nuestras mentes y nuestros corazones un recuerdo vivo de lo que éramos y de los que somos. La humillación es un requisito para la salvación, y el crecimiento espiritual.

I. ALGUNAS ACTITUDES QUE DEBEMOS TENER PARA RECIBIR SUS BENDICIONES

1. Arrepentirse de todo pecado. Proverbios 5:22-23.
“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13.
Dios también nos exhorta a pedir perdón como ciudad.
2. Orar. “Ésta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe.” Salmo 42:8
Dialogue con Dios para pedirle su amor y un cántico en la noche, debemos ser disciplinados y orar continuamente, y en nuestras palabras llevar siempre exaltación a Dios.
3. Humillarse: Es reconocer nuestra condición ante Dios. “Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado. Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando. El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.” Juan 1:27-30.
4. Buscarle: Es inquirir con diligencia, así dice el Señor a Israel: Búsquenme y vivirán.” Ámos 5:4
5. Cambia. Dios invita a “Su pueblo” a convertirse a Él: Convertirme de los malos caminos, cambiar mi vida para volverme a Él. “Ahora bien —afirma el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos.” Joel 2:12

II. LA RESPUESTA DE DIOS AL MANTENER ESTAS ACTITUDES
1. Él nos oye. Él esta cercano a mi vida y necesidades más apremiantes. Jeremías 33:3.
2. Nos da su perdón, su gracia y misericordia. Daniel 9:9.
3. Nos sana. Marcos 2:5,9,10. Primero llega su salvación personal y luego su sanidad física.
CONCLUSIÓN.
El pueblo o persona que se humilla será exaltado. Debemos cambiar de actitud, porque para recibir sus promesas debemos tener una actitud humilde.
Por Pastora Claudia De Lira

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